Ojalá cuatro
Ojalá que el cansancio no asesine a la ternura
Ojalá que un suspiro pinte a la ciudad
Ojalá la basura sea sombra de la Luna
Ojalá
Ojalá que el miedo no te deje a la intemperie
bajo un frío cerebral
sin gritar las palabras que te embarren de sinceridad
Ojalá que la lluvia en tus mejillas no sea en vano
Ojalá la tormenta llegue a un buen final
Ojalá te florezcan arco iris de las manos
Ojalá
Ojalá que el cielo te lo pongas de pañuelo
si tu signo es despegar
Ojalá no te vires y te vuelvas estatua de sal.
Ojalá el universo guarde
el instante en que todo arde
de esa bestia plural
que decide saltar antes que tarde
Ojalá que su poderío
sean dos gotas de rocío
enfrentando a Goliat
y evitando la sangre hasta los ríos.
Ojalá el calendario viejo siga sus funciones
Ojalá pase algo, algo sideral
Ojalá se evaporen de la calle los punzones
Ojalá
Que los puentes rotos se volvieran a juntar
y los huesos a sanar
Ojalá siembren flores
por los hijos que habitan el mar
Ojalá el universo guarde
el instante en que todo arde
de esa bestia plural
que decide cambiar antes que tarde
Ojalá que su poderío
sean dos gotas de rocío
enfrentando a Goliat
y evitando la sangre hasta los ríos.
Ojalá el gorrión se pueda tragar
esas migajas de paz
Ojalá la Tierra sepa girar
con un nuevo resplandor.
Gerardo Alfonso

